LA LEGIÓN DE LA TARÁNTULA

Para pertenecer a la Legión de la Tarántula, los niños debían pasar por un periodo de entrenamiento. Así aprendían a descubrir pistas, desarrollaban el sentido de observación y llegaban a sacar conclusiones de hechos y datos aparentemente sin relación entre sí. Como prueba final, debían solucionar un misterio o encontrar un "tesoro" que los entrenadores de la Legión escondían.

En todo el mundo, los niños aficionados a las aventuras llenas de misterio pertenecían a la Legión de la Tarántula. Para reconocerse se pintaban en la mano un dibujo como el que se ve en la ilustración. En cada poblado se organizaban en sus "cavernas" que eran cualquier sitio que los legionarios escogieran para sus reuniones. Podía ser un cuarto sin uso en la casa de algún niño o una cabaña de madera en el jardín, construida por los miembros de la Legión.

A los legionarios que aparecen en este relato quizá ya los conozcas, pero si no, te los presentaré. Oso Verde es un niño corpulento, veterano de la Legión, que se viste todo de verde y hasta su cama y televisión las pintó de verde; le encanta decir trabalenguas. Andrés es un cuidadoso legionario que todo lo examina con su lupa y todo lo anota en su libreta. Isabel 21 es una niña ingeniosa y atrevida, a quien le dicen así porque nació en un día 21, y vive en la casa número 21 y por si fuera poco es la número 21 en la lista de asistencia de la escuela. Por último está un niño hijo de chinos llamado Tai, que siempre saca las cosas más increíbles de sus bolsillos y recita proverbios que él dice que son chinos pero que seguramente inventa. Tiene un ratón blanco llamado Chop Suy al que ha entrenado para que lo ayude en su labor de investigador. Los cuatro niños viven en Guadalajara, pero como es tiempo de vacaciones han ido a Palenque, en Chiapas.

Ahora amigo lector, te invito a participar en las aventuras de la Legión de la Tarántula y poner a prueba tus habilidades de investigador para descubrir pistas y resolver misterios. Para esto, después de leer cada página observa cuidadosamente las ilustraciones y encuentra lo que se está buscando. Tómate tu tiempo y cuando lo encuentres anota un "sí" en una hojita aparte. Si no tienes éxito sigue leyendo, pues en la página siguiente está la solución. Al terminar el libro cuenta tus aciertos y califica tus habilidades de investigador según la tabla que se da en la página final de cada historia.

Misterio en el parque

El castillo desaparecido

Aventura en la selva