FILOSOFÍA DE LA INSTITUCION

El fin último de los procesos educativos de esta institución será el desarrollo de la autonomía moral e intelectual de los estudiantes.

Uno de los criterios pertinentes y quizá el fundamental es la de concebir la educación como un proceso continuo de humanización, que nos permita desarrollar en nuestros estudiantes la capacidad crítica y transformadora frente a todas las situaciones desventajosas que se sirven en esta comunidad, y que se concreten en procesos de deshumanización como la drogadicción, el maltrato infantil, la prostitución, la violencia, la delincuencia, y otros más cuya incidencia negativa recae en la población más vulnerable que es precisamente la que atendemos en esta institución, los niños y los jóvenes.

Teniendo en cuenta esta situación, la institución convenio educativo colegio y escuelas, considera como factor importante el potencial formativo de la familia y por lo tanto la integración de los diferentes estamentos de la comunidad a los procesos educativos institucionales, lo cual garantiza la negación cultural en la constitución del conocimiento escolar en la decisión sobre el sistema de valores básicos para la vida y la convivencia. De esta manera, los valores de justicia, solidaridad, respeto, tolerancia, paz y vida, asumidos como nuestro sistema de valores, animarán y dotarán de sentido a toda acción desarrollada y a toda opción realizada, con miras al logro de nuestros propósitos educativos.

Se tratará entonces de formar en nuestros estudiantes, la potencial "persona", que es todo ser humano, para que trascendiéndose a sí mismo, se proyecte como ser social, que formado en unas habilidades elementales llegue a ejercitarlas humanísticamente en su espacio de trabajo, superando las situaciones de injusticia, instrumentalización del otro, tan comunes y legitimadas en nuestro medio. A través de la participación activa de los estudiantes tanto en la construcción del conocimiento como en la definición y clarificación de los intereses y valores que lo animan, se estarán formando para su participación tanto presente como futura en las decisiones político administrativas de la comunidad local, regional y nacional. Así mismo, enjuiciar la realidad presente pero no inmutable que les ha tocado vivir e intervenir en ella, actitud crítica y transformadora frente a los medios de comunicación masiva y sus mensajes ideológicos, consumistas y de despersonalización, frente a la validez de toda información recibida, frente a los juicios y prejuicios sexistas y de toda índole que obstaculizan el progreso personal y social, frente a las concepciones progresistas que han legitimado el uso irracional de los recursos naturales, frente a concepciones positivas de la historia que condenan al hombre a repetirla desconociéndolo como gestor o artífice de su destino.

 

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