Libros del Rincón
Sin contar a Luisa, en la calle hay tres niñas. Cristina, que vive a la vuelta de la esquina; Rosalía, que tiene un hermano de casi 16 años, y Adriana, que es mi amiga del alma.
Cristina es linda, pero el problema es Bruno, que vive en su casa y es un poco traicionero. Es bravo aunque finge no serlo. Una vez fui a su casa y él se acostó con la panza para arriba, muy contento y moviendo la cola. Le hice piojito y él, ¡ARF!, me mordió el brazo. ¡Hasta me salió sangre!
Rosalía tiene dos hermanos. Mauro, que es del equipo de futbol, y Rodolfo, que está muy guapo.
El que en verdad me cae bien es don Luis, su papá. Algunas veces llega tranquilo,
hablando bajo, muy calmado. Otras veces parece un mosquito eléctrico, habla hasta por los codos y se carcajea sin motivo. Fue él quien nos enseñó el idioma de la F.
¿Quieferefes cofomefer ufunafa safardifinafa?
Y entonces le reparte sardinas a todo el mundo. Bueno, la primerísima es Adriana. Somos superamigas porque ella sabe que me cae bien y yo sé que le caigo bien. Le cuento todo lo que pienso y ella también.
Nos gustan las mismas canciones, los mismos libros, la misma ropa, los mismos juegos... Hasta parece que somos hermanas gemelas, pero no lo somos.