Libros del Rincón
La maestra dijo que los martes los dedicaríamos a planear nuestra comida de fin de curso. Nos propuso que hiciéramos los platillos nosotros mismos, que buscáramos unas recetas fáciles y sabrosas que quisiéramos compartir con los demás. Los niños enseguida empezaron a protestar: que ellos no se metían a la cocina, que esas son cosas de mujeres; pero la maestra les dijo que ellos podían preparar alguna ensalada, que es más fácil, y que la comida es asunto de todos.
Yo quedé como la encargada de diseñar el menú de ese día, comentarlo después con todo el grupo y repartir tareas, junto con Cuca, Lupe, Modesto y Lucero. ¡Qué mala suerte!
Griselda quedó como encargada de los invitados. Ya le dije que los primeros fueran Héctor y Pancho.
Tiburcio va a organizar lo de la música, porque es el que tiene más discos. Y Lolita los juegos.
Creo que va a ser una fiesta maravillosa.