Libros del Rincón
Ya me fijé. Sí es cierto. Héctor pasa mucho tiempo con esa niña.
Por su culpa me enojo a cada rato con mis amigas y no me puedo concentrar en clases. Sólo pienso en ese niño tonto y lo peor es que cuando se asoma al salón, no es para verme a mí sino a la bruja.
Ayer vi a Pancho y me recordó que respirar tranquilamente, sola, ayuda a encontrar soluciones a problemas que parecen imposibles. Y si eso no me funciona, que entonces en el parque escoja un árbol y lo abrace durante cinco minutos. Según él los árboles son muy sabios y me dirán qué hacer.