El tío excéntrico

Andrés había visto una cajetilla de cigarros Dos Pericos sobre la mesa frente a ellos. Por lo pronto ya sabían que el hombre estaba allí; sólo faltaba dar con su cuarto.

—¡Ya sé! —dijo Isabel 21 y se dirigió al mostrador de la recepción del hotel.

—Señor... señor... vengo a ver a mi tío —dijo Isabel 21.

—¿Y quién es tu tío? —preguntó el empleado mirando con curiosidad a la niña.

—¡No me diga que no lo ha visto! —exclamó Isabel 2l—. Es el tío más lindo del mundo, con su gran, gran abrigo...

—¡Ah, el señor Laurel! —interrumpió el encargado—. Mira que vestirse así con este calor... Niña, tienes un tío muy excéntrico.

—Sí, eso —dijo Isabel 21 sin saber muy bien qué significaba "excéntrico".

El encargado preguntó a su ayudante:

—¿Está el señor Laurel?

El ayudante informó a su jefe:

—No señor... es el único huésped que no está por el momento.

Isabel 21 dio las gracias al encargado después de advertirle que no le dijera nada a su tío, pues se trataba de una sorpresa y ella también era una excéntrica.

—¿Por qué no le preguntaste en qué cuarto estaba? —le dijo Andrés cuando la niña se reunió con sus compañeros.

—Porque deduje cuál era su cuarto —respondió ella sonriendo.

¿Cómo supo Isabel 21 en qué cuarto estaba el sospechoso?