Libros del Rincón
Oso Verde le explicó a Andrés que el orden de las letras estaba invertido así que había que leer el mensaje de derecha a izquierda y leyó:
¿Será en este parque? preguntó Andrés.
Seguramente contestó Oso Verde mientras se levantaba. Vamos a avisarles a los demás. Mañana será un día interesante.
Al día siguiente se encontraron Oso Verde y Andrés bajo su árbol predilecto. El calor era intenso y la gente sudaba bajo el sol del mediodía. Como sólo había que esperar y observar detenidamente a toda la muchedumbre que se paseaba por el parque, Oso Verde comenzó a decir un trabalenguas, su pasatiempo favorito:
El volcán de Parangaricutirimícuaro se quiere desparangaricutirimicuarizar, el que lo desparangari... cuando se detuvo y le dijo a Andrés:
Allí está nuestro hombre, el que viene a hacer la entrega.
Andrés paseó la mirada entre la gente pero no descubrió a nadie. Oso Verde le dio una pista más:
Sólo a un sospechoso se le ocurre vestir así con este calor.
Con eso Andrés descubrió a quién se refería Oso Verde.
¿Ya localizaste al sospechoso?