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Capítulo 11: TEMAS COMUNES
Capítulo 11: TEMAS COMUNESAlgunos temas importantes penetran la ciencia, las matemáticas
y la tecnología y aparecen una y otra vez, ya sea que se esté
estudiando una civilización antigua, el cuerpo humano o un
corneta. Son ideas que trascienden los Límites disciplinarios
y se revelan fructíferas en explicación, teoría,
observación y diseño.
SISTEMASCualquier conjunto de cosas que tenga cierta influencia en algo más
puede considerarse un sistema. Las cosas pueden ser casi todo, incluyendo
objetos, organismos, máquinas, procesos, ideas, números
u organizaciones. Pensar en un conjunto de cosas como un sistema llama
la atención a lo que necesita incluirse entre las partes para
que tengan sentido, en la manera en que interactúan sus partes
y la forma en que el sistema como un todo se relaciona con otros.
Pensar en términos de sistemas implica que cada parte es completamente
comprensible sólo en relación con el resto del sistema. Alguna porción del egreso de un sistema se puede incluir en el propio ingreso de otro. Por lo general, dicha retroalimentación sirve como control de lo que ya está sucediendo: puede fomentarlo, desalentarlo o modificarlo para hacer algo diferente. Por ejemplo, algo del sonido amplificado del sistema del altavoz puede retroalimentar al micrófono, y amplificarse aún más, y así sucesivamente, conduciendo al sistema a una sobrecarga con el inconfundible chirrido. Pero la retroalimentación en un sistema no siempre es tan rápida. Por ejemplo, si la población de venados en una localidad particular aumenta en un año, la mayor demanda del escaso aporte alimentario invernal puede dar por resultado un aumento en el índice de inanición al año siguiente, reduciendo así la población de venados en ese sitio. La forma en que las partes de un sistema se influyen entre sí no es sólo mediante la transferencia de material, sino también de información. Dicha retroalimentación informativa incluye de manera típica un mecanismo de comparación como parte del sistema. Por ejemplo, un termostato compara la temperatura medida en una habitación con un valor determinado y prende un aparato de calefacción o enfriamiento si la diferencia es muy grande. Otro ejemplo es la manera en que la filtración de noticias sobre planes gubernamentales antes de que se anuncien de manera oficial puede provocar reacciones que obligan a cambiarlos; las personas comparan los planes filtrados con los que les gustaría y entonces los apoyan u objetan, de acuerdo con ello. Cualquier parte de un sistema puede considerarse en sí misma un sistema un subsistema con sus propias partes e interacciones internas. Un venado es al mismo tiempo parte de un ecosistema y un sistema en si mismo de órganos y células interactuantes, cada uno de los cuales también puede considerarse como un sistema. De manera similar, cualquier sistema puede ser parte de otro mayor al que influye y del cual recibe influencia. Por ejemplo, se puede pensar en un gobierno estatal como un sistema que incluye a los gobiernos de la ciudad y a las provincias como componentes, pero en si mismo es una parte constituyente del sistema nacional de gobierno. Los sistemas no son excluyentes entre si. Pueden estar tan íntimamente
relacionados que no hay forma de establecer límites que separen
todas las partes de uno de todas las partes del otro. Así,
los sistemas social, de comunicación y transporte están
estrechamente interrelacionados; un componente como un piloto de una
aerolínea puede ser parte de los tres.
MODELOSUn modelo de algo es una imitación simplificada del mismo y del cual se espera que ayude a entenderlo mejor. Un modelo puede ser un aparato, un plan, un diagrama, una ecuación, un programa de computadora o incluso sólo una imagen metal. Silos modelos son físicos, matemáticos o conceptuales, su valor radica en la sugerencia de cómo funcionan o podrían funcionar las cosas. Por ejemplo, una vez que el corazón se ha comparado con una bomba para explicar lo que hace, puede hacerse la deducción de que los principios de ingeniería utilizados para diseñar bombas podrían ser útiles para comprender las cardiopatías. Cuando un modelo no produce el fenómeno adecuadamente, la naturaleza de la discrepancia es una clave de la forma en que puede mejorarse el modelo. Sin embargo, los modelos también pueden ser engañosos, sugiriendo características que realmente no se comparten con lo que se toma de referencia. El fuego se tomó durante mucho tiempo como un modelo de transformación de energía en el Sol, por ejemplo, pero nada en este astro proviene de la combustión. El significado más familiar del término "modelo"
es el modelo físico un dispositivo o proceso real que se comporta
igual al fenómeno del cual se tomó el modelo y que se
espera aprender algo de él. De manera típica, es mucho
más fácil trabajar con un modelo físico que con
lo que él representa en virtud de su tamaño más
pequeño, menos caro en términos de material y más
corto en duración. Un modelo puede hacerse a escala en tiempo, así como en tamaño y materiales. Algún fenómeno puede ser tan inconvenientemente largo que se observa sólo un segmento de él. Por ejemplo, es posible que se desee saber lo que las personas son capaces de recordar años más tarde de lo que se les ha enseñado en un curso de la escuela, pero se lleva a cabo la prueba solamente una semana después. El modelo de corto plazo intenta comprimir los efectos de largo plazo aumentando los índices a los cuales se presentan los acontecimientos. Un ejemplo es la experimentación genética en organismos como bacterias, moscas y ratones, que tienen un gran número de generaciones en un lapso relativamente corto. Otro ejemplo importante es la administración de dosis masivas de sustancias químicas a animales de laboratorio con la intención de tener en un periodo corto el efecto que dosis más pequeñas producirían en un tiempo mayor. Un ejemplo mecánico es la prueba destructiva de productos, utilizando máquinas para simular en horas el uso de, por ejemplo, zapatos o armas que ocurriría durante el curso de años de uso normal. Por otro lado, los fenómenos muy rápidos pueden requerir modelos más lentos, como el movimiento de aves, bailarines o colisión de automóviles. No se puede esperar que la conducta de un modelo físico siempre represente la del fenómeno en escala real con precisión completa, ni siquiera en el conjunto limitado de características que se están estudiando. Si una embarcación modelo es muy pequeña, la manera en que fluye el agua por ella será significativamente diferente de un océano y una embarcación reales; si sólo un salón de clase en una escuela utiliza un nuevo método, el carácter especial de éste puede hacerlo más exitoso que si se usara de manera generalizada; las dosis altas de un fármaco pueden desencadenar diversos tipos de efectos (incluso matar en lugar de curar), no solamente efectos más rápidos. Lo inapropiado de un modelo puede relacionarse con factores tales como cambios en la escala o la presencia de diferencias cualitativas que no se toman en cuenta en el modelo (por ejemplo, las ratas pueden ser más sensibles a los fármacos que las personas y viceversa). Una forma de dar significado a una cosa no familiar es compararla con alguna cosa conocida, esto es, utilizar la metáfora o la analogía. Así, a los automóviles se les llamó anteriormente carruajes sin caballos. Las "células" vivas se denominaron de esta manera en las plantas porque parecían estar alineadas en hileras como las celdas en un monasterio; una "corriente" eléctrica fue una analogía de un flujo de agua; se dijo que los electrones en los átomos estaban dispuestos alrededor del núcleo en forma de "conchas". En cada caso, la metáfora o la analogía se basó en algunos atributos de similitud pero solamente en algunos. Las células vivas no tienen puertas; las comentes eléctricas no mojan; las conchas electrónicas no tienen superficies duras. Así, la metáfora o la analogía pueden extraviar o ayudar, dependiendo de los aspectos apropiados o inapropiados del asunto. Por ejemplo, la metáfora para la ramificación repetida de las especies en el "árbol de la evolución" puede inclinar a uno a pensar no solamente en la ramificación, sino en el avance; la metáfora de un arbusto, por otro lado, sugiere que la ramificación de la evolución produce una gran diversidad en todas direcciones, sin una dirección preferida que constituya progreso. Si algún fenómeno no tiene nada parecido con algo de la experiencia ordinaria, como los fenómenos cuánticos en la escala atómica, no habrá ninguna cosa familiar con la cual se pueda comparar. Como cualquier modelo, un modelo conceptual puede tener utilidad ilimitada. Por un lado, puede ser demasiado simple. Por ejemplo, es útil pensar en las moléculas de un gas como pequeños balines elásticos que se encuentran en movimiento interminable y que rebotan entre sí; sin embargo, para acomodar otros fenómenos, tal modelo tiene que modificarse de manera importante para incluir a las partes móviles de cada balín. Por otro lado, un modelo puede ser demasiado complejo para algún uso práctico. La precisión de los modelos de sistemas complejos, como la población mundial, el clima y la distribución de alimentos, se limita por el gran número de variables que entran en juego, las cuales deben tomarse en consideración de manera simultánea. O un modelo abstracto puede adaptarse de manera adecuada a las observaciones, pero no tener significado intuitivo. Al elaborar modelos de la conducta de las moléculas, por ejemplo, se tiene que depender de la descripción matemática, que puede no evocar ninguna imagen mental asociada. Cualquier modelo puede tener algunas características no pertinentes que interfieren con la utilización de él. Por ejemplo, debido a la gran popularidad y status de los atletas y actores, los niños los pueden tomar como modelos no sólo en los aspectos en que destacan, sino también en los aspectos que podrían no ser recomendables. La idea básica de los modelos matemáticos es encontrar una relación matemática que se comporte de la misma manera que el sistema de interés. (El sistema en este caso pueden ser abstracciones, así como fenómenos físicos o biológicos.) Por ejemplo, la velocidad creciente de una piedra que cae puede representarse por la relación simbólica de v = gt en donde g tiene un valor fijo. El modelo implica que la velocidad de caída (y) aumenta en proporción con el tiempo de caída (t). Un modelo matemático hace posible predecir que los fenómenos pueden ser iguales en situaciones distintas en las cuales ya se habían observado pero solamente en lo que pueden parecerse. Con frecuencia, es muy fácil encontrar un modelo matemático que se adapte a un fenómeno en una pequeña gama de condiciones (como temperatura o tiempo), pero no pueden adaptarse en una gama más amplia. Aunque v = gt se aplica con exactitud a los objetos como las piedras en caída libre (a partir de reposo) a más de unos cuantos metros, no se adapta bien al fenómeno si el objeto es una hoja (el obstáculo del aire limita su velocidad) o si la cambia es a una distancia mucho más grande (el obstáculo aumenta y cambia la fuerza de gravedad). Los modelos matemáticos pueden incluir un conjunto de reglas
e instrucciones que especifican con precisión una serie de
pasos que deben darse, ya sean aritméticos, lógicos
o geométricos. Algunas veces, incluso las reglas e instrucciones
muy simples pueden tener consecuencias extremadamente difíciles
de predecir sin llevar a cabo realmente los pasos. Las computadoras
de alta velocidad pueden explorar cuales serían las consecuencias
de llevar a cabo instrucciones complicadas o durante mucho tiempo.
Por ejemplo, una planta eléctrica nuclear puede diseñarse
para tener detectores y alarmas en todas las partes del sistema de
control, pero puede ser muy difícil predecir lo que pasaría
bajo diversas circunstancias complejas. Los modelos matemáticos
para todas las partes del sistema de control pueden estar unidos entre
sí para simular la forma en que podría operar el sistema
en diversas condiciones de falla.
LA CONSTANCIA Y CAMBIOEn la ciencia, las matemáticas y la ingeniería, hay un gran interés en los aspectos en que los sistemas no cambian. Al tratar de comprender los sistemas se buscan principios simplificadores y aspectos de los sistemas que no cambian y que son claramente simplificantes. En el diseño de sistemas, con frecuencia se desea asegurar que algunas de sus características permanezcan inalterables de manera previsible. Estabilidad y equilibrio. El destino último de la mayor parte de los sistemas físicos, a medida que la energía disponible para la acción se disipa, es que entran en un estado de equilibrio. Por ejemplo, una piedra que cae finalmente se detiene al pie del precipicio o un vaso de hielo se funde y se calienta hasta que alcanza la temperatura ambiente. En estos estados, todas las fuerzas están en equilibrio, todos los procesos de cambio se detienen, y permanecerán así hasta que se ejerza alguna acción sobre el sistema, para, a la larga, nuevamente lograr el equilibrio. Si se agrega un nuevo cubo de hielo al vaso de agua, el calor del ambiente se transferirá al vaso hasta que éste contenga otra vez agua a la temperatura ambiental. Si un producto de consumo con un precio estable mejora su venta, la demanda creciente puede hacer que el precio aumente hasta que el gasto nivela el número de compradores en un valor de equilibrio más alto. La idea del equilibrio también se puede aplicar a los sistemas en los cuales hay un cambio continuo, así como un equilibrio entre los cambios. Por ejemplo, el mercado de empleo puede estar en equilibrio si el número total de personas desempleadas permanece más o menos igual, aun cuando muchos individuos pierdan su empleo y a otros se les contrate. O un ecosistema está en equilibrio si los miembros de cada especie mueren a la misma tasa a la cual se reproducen. Desde un punto de vista molecular, todo estado de equilibrio carece de una actividad continua de moléculas. Por ejemplo, cuando una botella de refresco se tapa, las moléculas de agua y de dióxido de carbono que escapan de la solución hacia el aire de arriba aumentan en concentración hasta que el índice de regreso al líquido es tan grande como el índice de escape. El escape y el regreso continúan a una tasa alta, siempre y cuando las concentraciones y las presiones observables permanezcan indefinidamente en un estado estable. En el líquido mismo, algunas moléculas de agua o dióxido de carbono están siempre en combinación, en tanto que otras permanecen separadas, manteniendo así una concentración en equilibrio de un ácido moderado que le da el sabor característico. Sin embargo, algunos procesos no son reversibles tan fácilmente. Silos productos de una combinación química no se separan otra vez con facilidad, o si un gas que se evapora de una solución se escapa, entonces el proceso continuará en una dirección hasta que ya no existan reactivos, logrando así un equilibrio estático más que uno dinámico. Asimismo, el sistema puede estar en una condición que es estable con pocos trastornos pero no con perturbaciones importantes. Por ejemplo, una piedra que cae y se detiene en la ladera de una colina puede permanecer ahí solamente si la perturban fuerzas pequeñas; pero si se le da un buen golpe puede volver a caer colina abajo hasta llegar a una condición más estable en el fondo. Muchos sistemas incluyen subsistemas de retroalimentación que sirven para mantener constante algún aspecto del sistema, o por lo menos en limites específicos de variación. El termostato diseñado para regular un sistema de calefacción o enfriamiento es un ejemplo común, como lo es el conjunto de reacciones biológicas en los mamíferos que mantienen su temperatura corporal sin mucha variación. Sin embargo, tales mecanismos pueden fallar si las condiciones van más allá de los límites habituales de operación, que es lo que sucede, por ejemplo, cuando la insolación altera el sistema de enfriamiento del cuerpo humano. Conservación. Algunos aspectos de los sistemas tienen la propiedad notable de conservarse siempre. Si la cantidad se reduce en una parte, un valor exactamente igual aumenta siempre en alguna otra. Si el sistema está cerrado a tal cantidad, sin nada que entre o salga de sus límites, entonces la cantidad total del interior no cambiará, no importa qué tanto se modifique el sistema en otros aspectos. Lo que suceda dentro del sistema partes que se disuelven, explotan, mueren o cambian de alguna manera no afecta a las cantidades totales, que permanecen exactamente con los mismos valores. En la explosión de una carga de dinamita, por ejemplo, la masa total, el momento y la energía de todos los productos (incluyendo fragmentos, gases, calor y luz) permanecen constantes. Simetría. Además de la constancia de
los totales, hay constancia en la forma. Una pelota de pingpong se
ve igual, no importa desde qué punto de vista se observe. Por
otro lado, un huevo se seguirá viendo igual si se le gira alrededor
de su eje longitudinal, pero no si se voltea hacia cualquier otro
lado. Una cara humana se observa muy diferente si se voltea boca abajo,
pero no si se refleja la parte izquierda en la derecha y viceversa
como en un espejo. El contorno de una señal octagonal o una
estrella de mar se observará igual después de que se
voltee a través de un ángulo particular. La simetría
natural de la forma con frecuencia indica un proceso de desarrollo
simétrico. Las vasijas de barro, por ejemplo, son simétricas
debido a que se rotan de manera continua mientras se les va dando
forma con las manos fijas. Casi todos los animales de la Tierra tienen
su simetría aproximada de izquierda a derecha, lo cual se debe
a la distribución simétrica de las células en
el embrión temprano. Los patrones de cambio son de especial interés en las ciencias: las descripciones de cambio son importantes para predecir lo que sucederá; el análisis del cambio es esencial para comprender lo que está sucediendo así como para predecir lo que ocurrirá; y el control del cambio es esencial para el diseño de los sistemas tecnológicos. Es factible distinguir tres categorías generales: 1. cambios que tienen tendencias estables; 2. cambios que ocurren de manera cíclica, y 3. cambios que son irregulares. Un sistema puede tener los tres tipos de cambio de manera simultánea. Tendencias. Los cambios estables se encuentran en muchos fenómenos, desde la velocidad creciente de una piedra en caída libre hasta la mutación de los genes en una población, o la desintegración de núcleos radiactivos. No todas estas tendencias son estables en el mismo sentido, pero todas progresan en una dirección y tienen descripciones matemáticas bastante simples. El índice de desintegración radiactiva en una muestra de rocas disminuye con el tiempo, pero es una proporción constante el número de núcleos no desintegrados que quedan. Los cambios progresivos que se adaptan en una forma matemática identificable se pueden utilizar para estimar cuánto puede durar un proceso. Por ejemplo, la radiactividad que permanece en las rocas indica cuánto tiempo hace que se formaron, y el número actual de diferencias en el ADN de dos especies puede indicar hace cuántas generaciones tuvieron un ancestro común. Ciclos. Una secuencia de cambios que sucede una y otra
vezun cambio cíclico también es común en muchos
fenómenos, como los ciclos estacionales del clima, la vibración
de una cuerda de guitarra, la temperatura corporal en los mamíferos
y el barrido de un haz de electrones a través de un tubo de
televisión. Los ciclos se caracterizan por la amplitud de la
gama de variación de máximo a mínimo, por la
duración del ciclo y por el momento exacto en que ocurre el
máximo. Para el ciclo diario en la temperatura corporal de
los genes humanos, por ejemplo, la variación es aproximadamente
un grado; el ciclo se repite alrededor de cada 24 horas y el máximo
valor suele presentarse en las últimas horas de la tarde. Para
la cuerda de la guitarra, la variación en movimiento es más
o menos de un milímetro y cada ciclo toma aproximadamente una
milésima de segundo. Los ciclos pueden durar miles de años
entre las edades de hielo o pueden ser tan breves como una mil millonésima
de segundo en los osciladores eléctricos. Muchos fenómenos,
como los sismos y las edades de hielo, tienen patrones de cambio persistentes
en forma pero irregulares en su periodo se sabe que tienen naturaleza
de recurrencia, pero no es posible predecir con precisión cuándo
van a repetirse. Caos. Conocer las reglas exactas de cómo se comportan las partes
de un sistema no significa necesariamente predecir cómo se
comporta todo el sistema. Incluso algunos procesos muy simples y definidos
con precisión, cuando se repiten muchas ocasiones, pueden tener
resultados inmensamente complicados, al parecer caóticos. La
mayor parte de los sistemas por encima de la escala molecular entrañan
las interacciones de tantas partes y fuerzas y son tan sensibles a
mínimas diferencias en las condiciones, que su conducta detallada
resulta impredecible. La idea general de evolución, la cual data al menos desde
la Grecia antigua, consiste en que el presente surge de materiales
y formas del pasado, de manera más o menos gradual y de modo
explicable. Así es como el sistema solar, la faz de la Tierra
y las formas de vida sobre el planeta han evolucionado desde sus estados
más primitivos y continúan su proceso evolutivo. La
idea de la evolución también se aplica, aunque tal vez
no de manera tan precisa, al lenguaje, la literatura, la música,
los partidos políticos, las naciones, la ciencia, las matemáticas
y el diseño tecnológico. Cada nuevo desarrollo en estos
quehaceres humanos ha surgido de las formas precedentes, y Posibilidades. Las aletas de las ballenas, las alas
de los murciélagos, las manos de las personas y las garras
de los gatos, al parecer han evolucionado todas a partir del mismo
conjunto de huesos de los pies de ancestros reptilianos. Las instrucciones
genéticas para el conjunto de huesos estaban ahí, y
las aletas o las garras aparecieron como resultado de la selección
natural de cambios en las instrucciones durante muchas generaciones.
Un ojo completamente formado no apareció de repente donde no
hubo antes un órgano sensible a la luz, como tampoco apareció
un automóvil donde no había vehículos de cuatro
ruedas, ni tampoco surgió la teoría de la gravitación
hasta después de generaciones de pensamiento sobre fuerzas
y órbitas. Índices Por lo general, las personas piensan que la evolución de un sistema es gradual con una serie de estadios intermedios entre lo viejo y lo nuevo. Esto no significa que el cambio evolutivo sea necesariamente lento. Las etapas intermedias pueden ocurrir con suma rapidez e incluso ser difíciles de identificar. Por ejemplo, las explosiones incluyen una sucesión de cambios que ocurren con muchísima rapidez para ser observados, ya sea que las explosiones sean eléctricas como los relámpagos, químicas como en los motores de automóviles o nucleares como en las estrellas. Sin embargo, lo que sea demasiado rápido depende de la precisión con que puedan separarse los datos en el tiempo. Por ejemplo, considérese una colección de fósiles de organismos raros que se sabe existieron en un periodo que duró muchos miles de años. En este caso, los cambios evolutivos ocurridos durante mil años sería imposible rastrearlos con precisión. Y algún cambio evolutivo puede ocurrir en saltos. Por ejemplo, los nuevos desarrollos biológicos no surgen solamente por redisposiciones sucesivas de genes existentes, sino en ocasiones por mutaciones abruptas de un gen en una nueva forma. A escala atómica, los electrones cambian de un estado energético a otro sin estados intermedios posibles. Sin embargo, para el gen y para el electrón, la nueva situación está limitada por la situación previa a la vez que la explica. Interacciones. La evolución no ocurre de manera
aislada. Mientras que una forma de vida evoluciona, lo hacen otras
alrededor de ella. Al tiempo que una línea de pensamiento político
evoluciona, también lo hacen las condiciones políticas
alrededor de ella. Y de manera más general, el ambiente al
cual las cosas y las ideas deben responder cambia incluso a medida
que éstos evolucionan, tal vez impidiendo o quizá facilitando
su cambio en una dirección particular. Por ejemplo, los cambios
abruptos en un clima que ha sido estable durante mucho tiempo pueden
conducir a la extinción de especies que ya se habían
adaptado bien a él. Las penurias económicas en Europa
después de la Primera Guerra Mundial facilitaron el surgimiento
de los fascistas, quienes instigaron la Segunda Guerra Mundial. La
disponibilidad de las ideas matemáticas recién desarrolladas
sobre los espacios curvos permitieron a Einstein exponer sus ideas
de la relatividad en una forma cuantitativa convincente. El desarrollo
de la electricidad favoreció la extensión de las comunicaciones
rápidas de larga distancia.
ESCALALa gama de magnitudes en el universo tamaños, duraciones,
velocidades, etc. es inmensa. Muchos de los descubrimientos de la
ciencia física son prácticamente incomprensibles debido
a que entrañan fenómenos en escalas lejanas a la experiencia
humana. Es posible medir, por ejemplo, la velocidad de la luz, la
distancia a las estrellas más cercanas, el número de
estrellas en la galaxia y la edad del Sol; pero estas magnitudes son
tan inmensas que se comprenden de manera intuitiva. En otra dirección,
es posible determinar el tamaño de los átomos, sus vastos
números básicos y la velocidad de las interacciones
que ocurren entre ellos; pero estos extremos también rebasan
la capacidad de comprensión intuitiva. Las percepciones limitadas
y las capacidades de procesamiento de información simplemente
no pueden manejar la gama completa. Sin embargo, es factible representar
tales cantidades en términos matemáticos abstractos
(por ejemplo millones de millones) y buscar relaciones entre ellos
que tengan algún sentido. |