30 de agosto

Hoy, a la hora del futbol, se oyó un ruidito de portón oxidado y apareció Paco.

Todos nos pusimos contentos aunque Paco es el más maleta. Casi no le da al balón y aun así todavía se queja de cualquier cosita. Los que se la pasan encerrados se lastiman fácilmente. Beto se hartó y los dos acabaron peleándose. Beto le dijo a Paco "escuincle". Paco empujó a Beto. Beto cayó sentado, se levantó dijo que sabía judo y le dio un golpe. Paco se puso nervioso, agarró y mordió en el hombro a Beto. En vez de jugar, el día fue de patadas, trancazos y cada nombre feo que se dijeron que me moría de la risa.