Libros del Rincón
Aquí en la calle lo que nos entristece un poco es Paco. Siempre espiando allá a lo lejos. Solito. Apachurrado. El otro día todos platicamos. El tema fue él.
Antes pensábamos que no le caíamos bien y ahora pensamos que se muere de ganas por jugar con nosotros. Toño dijo que teníamos que hacer algo. Mauro dijo que a él ni le va ni le viene. Quique y José Luis creen que Paco debería salirse a escondidas. Mauro se acordó de que la pesadita de Tere iba a ir de chismosa. No sé quién sugirió que fuéramos a hablar con el papá.
El papá de Paco ya es muy viejo. Debe tener casi cuarenta años. Es enojón, alto como una garrocha, delgado, y siempre anda peinado con fijador. Usa lentes de fondo de botella, corbata de moño, y tiene unos pelitos que le salen de la nariz. José Luis le dijo a Tere que ésos no eran pelitos sino las patas de una cucaracha que vivía en la nariz de su papá.
Desde esa vez, ella trata de empaparnos cuando jugamos. Creo que el papá de Paco nació enojado y resfriado al mismo tiempo porque de día y de noche tiene la nariz roja, se la pasa sonándose. Mauro dice que hace tiempo, un domingo, lo vio reírse. Yo nunca lo he visto.
¿Ya lo pensaste? ¿Hablar con el propio padre de Paco cara a cara? ¿Eres muy valiente?