Libros del Rincón
Con su flauta y junto al vendedor de paletas la niña fue fácil de ver para Oso Verde.
Hola, Cora saludó Andrés. ¿Podemos ir a tu casa para observar mejor el lugar?
¡Sí, claro! contestó la niña a quien le encantaba participar en las aventuras de su primo.
Cora vivía en el sexto piso y por fortuna el edificio tenía elevador. Cuando entraron en el departamento, Andrés saludó a su tía que no cesaba de hablar por teléfono comentando la desaparición del castillo y fueron al balcón, donde encontraron al papá de Cora tomando fotos con una cámara de revelado instantáneo.
Ayer en la tarde el castillo brillaba de una manera muy extraña y le tomé una foto y ahora he estado tomando éstas les dijo, mostrándoles dos fotos.
Humm murmuró Andrés examinando las fotos con su lupa. ¿Tendrás alguna foto del castillo que no sea muy reciente? preguntó a su tío.
Déjame ver contestó y se fue a buscar entre sus papeles.
Cuando regresó con la foto solicitada, Andrés la colocó junto a las otras y tras un rato de observación dijo:
Aquí hay una diferencia muy extraña... miren.
Todos escudriñaron las fotos y pronto descubrieron la diferencia.
¿Tú también ya la descubriste?