Una aparición aterradora

Tras la rejilla de ventilación, los legionarios vieron cómo el hombre se llevaba a Oso Verde.

—Lo bueno es que tuvo tiempo de dejar el pedazo de queso sobre la computadora del falso Irigoyen —dijo Isabel 21.

—¿Estás listo para ir por el queso? —le preguntó Tai a su ratoncito.

En ese momento la luz se apagó. Andrés había bajado el interruptor A-8. Tai soltó a Chop Suy y el animalito corrió hasta la computadora y hábilmente trepó hasta dar con el queso.

—Luz de emergencia! —ordenó una voz. Un momento después un tenue rayo de luz iluminó directamente la computadora, justo donde estaba Chop Suy comiendo su queso.

—¡Ayyy! —aulló el primo impostor y se echó a correr tropezándose con los ayudantes.

La confusión fue tremenda. Todo mundo corría y gritaba dando órdenes y llamando a los gatos. Tai aprovechó el revuelo para salir de su escondite. Apretó el botón rojo y luego las teclas REV, DEC , 9875 MRC, y BAC y recogió a Chop Suy, pero viendo tantos botones que se encendían decidó apretarlos todos. Un terrible zumbido se escuchó y luego una sirena comenzó a sonar.

—¡Todo va a desintegrarse! —exclamó el verdadero doctor Irigoyen—. ¡Este niño causó una sobrecarga en los circuitos! ¡Huyamos rápido!

—¡Emergencia! ¡Emergencia! ¡Escapen de inmediato por el ducto! —ordenó Isabel 21 por el radio trasmisor a sus amigos.

Tai llegó sin aliento y comenzaron a gatear por el ducto.

—¿Y Oso Verde? —le preguntaron.

—No se apuren, lo vi a salvo.

¿Cómo se salvó Oso Verde?