Dioses falsos

Maripecas señaló una estatua entre las figuras prehispánicas donde se representaba al hombre del helicóptero y con letras realzadas en la escultura se leía: Gran Señor Negro Negrete.

—Este Negro Negrete es un famoso falsificador —les informó Oso Verde—. Leí en algún lugar que lo busca la policía por todo el mundo.

—Y ahora falsifica dioses mayas y aztecas —comentó Maripecas golpeando una de las estatuas que sonó hueca.

—Para eso utilizan la fibra de vidrio —dijo Andrés.

—Deben tener moldes en esas construcciones —apuntó Tai.

—Pues las hacen muy bien —comentó Isabel 21 admirando una figura.

Los legionarios se acercaron cautelosamente a la construcción donde Negro Negrete había entrado. Asomándose por entre los huecos de las palmas vieron lo que pasaba. Era el taller de moldeado y vaciado de la fibra de vidrio. En algunas partes se preparaba la mezcla de la fibra de vidrio y en la zona central se vertía el líquido al molde de yeso. El falsificador dio varias órdenes y se dirigió a otra construcción.

—Yo lo seguiré —dijo Oso Verde—, ustedes quédense aquí vigilando.

—Entretanto podríamos avisar a la policía —propuso la astuta Maripecas.

—¿Y cómo? —preguntó Tai.

—Allí hay un radio trasmisor —contestó la legionaria.

¿Dónde vio Maripecas el radio trasmisor?