La Legión de la Tarantula actúa

Mientras Tai descubría que en la parte baja de la maquinaria había una cajita con dos filas de controles, una para los días y otra para la hora, Oso Verde llegó junto a la choza donde se encontraban dos hombres vigilando y uno más, sentado junto al radio trasmisor.

Para fortuna de los legionarios en ese momento sonó un silbato y todo mundo dejó su trabajo para ir a comer a una choza atrás de las grandes construcciones. Andrés llegó a la entrada en la muralla y rompió el mecanismo que accionaba la puerta y además la trabó con una barra de fierro que enterró en el suelo para que no se notara.

Las niñas regaron solvente para la fibra de vidrio en hoyos que cavaron cerca de la muralla y que cubrieron con hojas secas, conectándolos con hilos de estopa.

—Ten cuidado con el solvente, que es sumamente inflamable —le advirtió Maripecas a su amiga.

Andrés todavía tuvo que ir hasta el helicóptero. Allí se encontraba un guardia que no fue a comer, así que Andrés no pudo acercarse. El legionario sacó un carrizo que usaba como cerbatana y desde su escondite de fibra de vidrio lanzó al guardia pequeñas piedras de hormiguero para distraerlo.

¿Puedes descubrir en cuál de las figuras estaba metido Andrés?