Libros del Rincón


EL BUZO


Era fiesta, domingo, y yo tenía otro bote lleno de cebo fresco, gusanitos verdes cogidos el día anterior en el fango de la marea baja, lo mejor para ir a la dorada o al róbalo en la punta del espigón.

Pensé en esto toda la noche, pero amaneció lluvioso y mamá dijo:

—No, de ninguna forma.

Uno no sabe qué hacer cuando no lo dejan ir de pesca.

Me senté en la escalera y empecé a llorar.

Papá dijo:

—Escribe tus razones, muchacho. Haz un bonito discurso. En tanto es posible que salga el sol.

Todavía lloré un buen rato, diez minutos o así, pero nadie se conmovió, nadie dijo:

—Pobre muchacho, anda corre, ve y pesca la sardina de oro.

Al fin Golo, el pato de mi vecino, se comió el cebo y decidí que quizá fuese un buen día para seguir siendo escritor.

Pensé:

«Puedo escribir la historia de un pobre niño pelirrojo, casi orejón, que se muere de tristeza porque su madre no lo deja ir a pescar.»

Arranqué la hoja.

Luego escribí sobre mi hermano Pablo.

Pablo, uno de mis tres hermanos, es flacucho y le falta un diente. Nació cuando yo aún no dominaba la tabla del siete.

Pablo, de mayor, quiere ser buzo antiguo.

Según él, un buzo es un señor que

Graphics

baja al fondo del mar, encuentra tesoros, juega con las merluzas, se escapa de los tiburones y respira por un tubo.

Le gusta dibujar y papá a veces lo deja subir al estudio, con él, le presta un tiesto lleno de lápices y le da papeles usados para que dibuje por el revés.

—No muerdas los lápices y déjame trabajar —le dice.

Graphics

Pablo estaba arriba, con papá.

Primero se dibujó de mayor, cruzando la calle sin que nadie le diese la mano.

Después, subido en un taburete, estuvo un rato viendo cómo papá dibujaba una vaca para un anuncio de piensos.

Al fin decidió dibujarse otra vez, pero ahora en el fondo del mar.

—Me dibujaré encontrando un tesoro —dijo.

—Bien —dijo papá—, pero procura estar de vuelta a la hora de comer.

Y de un solo trazo hizo sonreír a la vaca.

Pablo dibujó un barco hundido; un galeón pirata sin duda alguna.

Los peces jugaban entre los cañones y los restos de la arboladura.

El casco, sobre un arrecife de coral, se inclinaba peligrosamente a estribor.

Pablo, de buzo antiguo, con escafandra y zapatos de plomo, iba despacio, cauteloso porque no muy lejos merodeaba un enorme tiburón.

Lo del tiburón no le hizo mucha gracia, pero siguió adelante. Quería rescatar el tesoro, subirlo a la playa y hacer cosas magníficas, regalarle un pato de lana a mi hermana Nuria, una pipa a papá, a mamá un tiesto de barro lleno de geranios, a mi hermana Marta algo bonito de color suave y a mí un chucho de raza desconocida.

Para él iba a comprarse una enorme colección de destornilladores de todos los tamaños.

Graphics

Estaba distraído pensando en ser muy generoso cuando el tiburón lo atacó.

Eran las doce de la mañana y a esa hora los tiburones suelen tener hambre.

(Al llegar a este punto de mi relato pensé hacer lo mismo que don Julio Verne y contar que el tiburón es un elasmobranquio, escualiforme, de cuerpo esbelto y morro puntiagudo, poderosas mandíbulas y afilados dientes.Se dice, escribiría yo en plan conocedor, que ataca con ferocidad y que marinero que cae al agua estando él cerca, marinero que se merienda, pero lo cierto es que sólo ataca cuando se le molesta o tiene hambre. De todas formas es aconsejable no tutearlo.)

El tiburón que había dibujado Pablo estaba hambriento. Seguro que no comía desde el pasado lunes.

Vio a Pablo y se dijo:

—Es un niño tierno y sin duda muy jugoso.

Su enorme boca armada con no sé cuántas filas de dientes se abrió amenazadora.

Pablo, asustado, se escapó del dibujo y fue a esconderse detrás del taburete de papá.

Graphics

—Cuidado —sonrió papá, y metió una goma de borrar en la boca del tiburón.

—Bórralo del todo —pidió Pablo.

Papá le hizo una sugerencia:

—Podemos convertirlo en un pez azul que sepa cantar villancicos.

—¿Será mi amigo?—preguntó Pablo.

—Creo que sobre ese punto no tendremos ningún problema —dijo papá, y con un poco de tempera, de dos trazos, en un segundo, convirtió al enorme tiburón feroz en un feliz pez azul, abuelo de muchos peces azules.


[ Inicio de Documento ]
[ Tabla de Contenido ][ Previo ][ Nivel Superior ][ Siguiente ]Busca, ...y ¡encuentra!